Sin perder la ternura
Después de más de un año de espera y validaciones internas, podemos compartir hoy este material, fruto de un tiempo largo de aprendizajes y escucha a adolescentes y adultos con y sin discapacidad en Uruguay. (Para descargar: Es parte de la vida II )
Sigo pensando que es necesario pensar y trabajar lo sexual en la adolescencia desde una perspectiva que hilvane los derechos con los deseos, los sujetos y también el entorno social y familiar. Abrir espacios y conversaciones que permitan a cada uno y cada una encontrar (se) con los caminos propios para expresar un poquito de todo eso. En libertad, con autonomía y con herramientas legales, educativas y de convivencia que le resguarden de la violencia de género e intra familiar. No se trata de una procura fácil, por que implica un trabajo con materiales que a veces son más “sociales” (familiares), a veces institucionales y muchas veces subjetivos. Implica avanzar sin recetas y (quizás sobre todo) sin perder la ternura.
Quiero agradecer a Diego Rossi por haber acompañado y seguir acompañado este camino en Uruguay con tremenda generosidad y convicción.
A Denisse Torena, que transportó los personajes y la sensibilidad de nuestra primer publicación hasta la adolescencia y creó toda esta maravilla de sensibilidad y profundidad que son sus ilustraciones.
También a las compañeras y equipos técnicos del Programa de Derechos Humanos y el Programa de Educación Sexual de ANEP por todo el apoyo, esperando que puedan continuar sosteniendo estos espacios de formación y transformación.
Y agradecer muy especialmente al Fondo de Población (UNFPA) y a UNICEF por el apoyo para que esta publicación esté presente en las redes de educación formal e informal donde es tan necesaria y en las manos de docentes, referentes y familias en las instituciones de Educación Media, para seguir abriendo los caminos de la educación inclusiva en Uruguay.